domingo, 14 de junio de 2009

HISTORIA DE ECUADOR

La Historia del Ecuador es un conjunto de sucesos en el tiempo, en el cual los territorios que actualmente pertenecen a la República del Ecuador cambian en su aspecto físico y forma de gobierno. La historia de la República puede dividirse en cuatro etapas: La Era Prehispánica, La Conquista y Colonia, La Era de Independencia y la Época Republicana.
El comienzo de la Historia de Ecuador se da a partir de las organizaciones prehíspanicas que terminan con la Invasión Inca, luego de esto surge la Conquista Española para luego con las fundaciones de Quito y Guayaquil empezar una nueva era político-administrativa española que duraría hasta la época de la independencia cuando surge la nación colombiana de Simón Bolívar y luego al dividirse formaría lo que hoy se llama República del Ecuador.

A continuación,se explicará algo más detalladamente las distintas etapas históricas de lo que hoy en día se conoce como República de Ecuador.



ERA PREHISTÓRICA


Los primeros registros de asentamientos humanos conocidos en el actual territorio ecuatoriano son de hace aproximadamente 12.000 años. Del Paleoindio quedan vestigios en Las Vegas, Chobsi, Cubilán y pinturas rupestres amazónicas. Además, existen múltiples vestigios de puntas talladas de obsidiana, cerámica, uso de metales y en menor medida construcciones, siendo las más relevantes las encontradas en la sierra norte, como son las pirámides de Cochasquí y, en la costa, las tumbas de la cultura La Tolita. En un principio, estas regiones estaban habitadas sólo de pequeñas poblaciones de indios hasta que pasaron a formar parte del gran Imperio Inca.
Antes de la llegada de los españoles, el desarrollo de la cultura aborigen se había determinado en los períodos conocidos como Paleoindio, Formativo, de Desarrollo Regional, de Integración e Inca.
A la llegada de los incas, se estima que habitaban Ecuador más de 46 pueblos descendientes de los minchaleños y encarnacionillos y los más numerosos: Pastos, Caranquis, Imbayas, Paltas, Puruháes, Panzaleos, Cañaris, Quitus, Hambatus y otros, que fueron sometidos por la mayor potencia militar del Incario y por pactos regionales entre los monarcas locales y los delegados del Inca. Durante el Incario, se construyeron algunos asentamientos con la arquitectura foránea, siendo de los más importantes Ingapirca y Tumipampa (Tomebamba). La permanencia de este pueblo no fue mayor de 60 años.



LA CONQUISTA Y LA COLONIA

En 1534, el español Sebastián de Benalcázar conquistó tierras ecuatorianas. Éste, una vez tomada la capital, Quito, el mayor asentamiento poblacional prehispánico en 1563, la refundó como ciudad española, capital de la Presidencia de Quito y Real Audiencia de Quito formando parte del Virreinato del Perú. Los españoles utilizaron no solamente los asentamientos urbanos indígenas como base de las nuevas ciudades mestizas, sino que también usaron varios elementos de la estructura social autóctona para colonizar los territorios que ocuparon; los indígenas los superaban en número pero los españoles tenían una mayor destreza militar por lo que sometieron a las poblaciones indígenas. Los Incas, además de estar en guerras internas desconocían las armas de fuego. Se dice que muchos indígenas pensaron que los españoles que montaban sus caballos eran seres de cuatro patas y comparaban el sonido de los cañones con el de los truenos, pero no pasó mucho tiempo para que los indígenas empezasen a defenderse a pesar de su desventaja.
En 1739, se integró el Virreinato de Nueva Granada junto con Caracas, Panamá y Santa Fé de Bogotá. Para el sometimiento indígena se utilizaron oprobiosas instituciones, como la Mita y la Encomienda, que redujeron gran parte de la población; además enfermedades como el sarampión diezmaron la población indígena. Esto hizo que para el trabajo forzado se trajera población africana negra, en calidad de esclavos, lo que contribuyó al mestizaje del Ecuador actual. Además de los esclavos negros gran parte de la poblacíon negra en el país es de la actual Esmeraldas. Se dice que un barco de esclavos naufragó frente a las costas esmeraldeñas y una gran cantidad de esclavos quedaron ahí con dos españoles supervivientes que murieron al poco tiempo.
La colonia permitió el desarrollo de las artes, especialmente la construcción, pintura y escultura. En la Colonia se destaca la Escuela Quiteña, como un espacio de alta producción artística, famosa hasta la actualidad, por autores como Miguel de Santiago, Caspicara y Bernardo de Legarda, entre otros. La imaginería religiosa se reconoce por la finura en la confección y la innovación escultórica que permite el movimiento de las extremidades y de los ojos en las figuras.



LA ERA DE LA INDEPENDENCIA

El sistema colonial impuesto por el rey de España originó tensiones que se tradujeron en disturbios contra los impuestos, o contra ciertos obstáculos comerciales (alcabalas: 1592-93; estancos: 1765).
A comienzos del siglo XIX las insurrecciones acogieron las prédicas de Eugenio Espejo de la década anterior. Los primeros movimientos empezaron en 1809 con la rebelión de los criollos contra el gobierno español de naturaleza napoleónica. Los sublevados formaron una Junta de Gobierno provisional el 10 de agosto de 1809 en Quito, pero los participantes fueron vencidos por tropas enviadas desde el Virreinato del Perú y el Virreinato de Nueva Granada. En esa fecha los sublevados no propugnaban la independencia, sino cambiar las autoridades "afrancesadas" en Quito, manteniendo fidelidad al cautivo rey Fernando VII. Como indica el acta, el presidente de esta Junta "Prestará juramento solemne de obediencia y fidelidad al Rey...Sostendrá la pureza de la religión, los derechos del Rey, y los de la patria y hará guerra mortal a todos sus enemigos, principalmente franceses".1 En Ecuador se conoce este suceso como el Primer Grito de Independencia Hispanoamericana. Muchos de los comprometidos perecieron durante la matanza del 2 de agosto de 1810. Una segunda Junta duró algo más, pero sucesivos fracasos militares la desintegraron en 1812.
Los movimientos independentistas iniciaron el 9 de octubre de 1820 donde criollos e individuos de la guarnición de Guayaquil dirigidos por José Joaquín de Olmedo se rebelaron y expulsaron a las autoridades fieles al rey, creando una nueva nación llamada Provincia Libre de Guayaquil. La junta revolucionaria que se formó en seguida pidió ayuda a Simón Bolívar, quien envió a Antonio José de Sucre y algunos centenares de soldados; la campaña sobre la Sierra avanzó trabajosamente hasta que Sucre se impuso en la batalla de Pichincha, librada sobre las estribaciones de este volcán, hacia la parte occidental de Quito, el 24 de mayo de 1822, fecha que es reconocida por los ecuatorianos como la de su independencia de España. Poco después la antigua Audiencia se unió a la Gran Colombia, dirigida por Bolívar, al cabo de un tiempo también Guayaquil, pero cuando fracasó el vasto proyecto del Libertador un grupo de notables reunido en Quito decidió organizar el nuevo país como Estado independiente (13 de mayo de 1830) y entregó el poder al general venezolano Juan José Flores.



ÉPOCA REPUBLICANA

La Asamblea Constituyente de Riobamba, entre agosto y septiembre de 1830, expidió la Primera Carta Magna del Ecuador, que estableció la forma de Estado unitaria, la forma de Gobierno democrática y la separación de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial), así como el voto censitario y la concesión de la nacionalidad a quienes hubieren formado parte de los ejércitos emancipadores. A Flores se le confirmó como presidente constitucional, pero su errada política económica, los privilegios que otorgó a los militares (muchos de ellos nacidos fuera del Ecuador) y la virtual supresión de las libertades públicas le enajenaron simpatías, organizándose la oposición alrededor de la sociedad El Quiteño Libre, la cual publicó un periódico famoso en su época. Dispersado el grupo, surgió como rival peligroso Vicente Rocafuerte, hasta el momento en que pactó con Flores y le sustituyó en el mando. Rocafuerte impulsó el desarrollo cultural. Le reemplazó el propio Flores (1839-43), quien trató de seguir en la presidencia, pero en 1845 tuvo que aceptar el destierro a consecuencia de la Revolución Marcista, que estalló en Guayaquil. Desde ese año hasta 1860 la figura más importante fue la del general José María Urbina, quien libertó a los esclavos negros, pero permitió que el ejército acumulara privilegios excesivos. La crisis de 1858-60 acabó con su influjo; debió refugiarse en el Perú, dejando paso a Gabriel García Moreno. Este mandatario trató de organizar el país sobre bases católicas; desatando una dura represión en contra de sus adversarios, ejecutando al mismo tiempo básicas obras viales y de educación y mejorando la hacienda pública. Fue un tirano implacable que no vacilaba en mandar a asesinar a sus adversarios políticos. Durante su mandato el Ecuador vivió una época negra y muy triste, en la cual no existieron las libertades individuales ni de culto. Los derechos humanos fueron pisoteados impunemente por García Moreno y la oposición sufrió una durísima persecución. Es obvio pensar que en estas circunstancias le sobraban los enemigos. Cuando se disponía a iniciar un tercer período presidencial fue asesinado a la entrada del Palacio de Gobierno, en 1875. Le sucedió Antonio Borrero, y a éste el general Ignacio de Veintimilla, quien se distinguió por su autoritarismo personalista, siendo desalojado del poder gracias a la campaña de la Restauración, que unió a conservadores, liberales y progresistas. Fueron estos últimos quienes se hicieron en definitiva con el mando.
Tras diversos cambios de gobierno,varios golpes de Estado por parte de los militares,una dictadura a cargo de Velasco Ibarra y un gobierno por triunvirato militar,Ecuador vuelve a estar actualmente bajo un gobierno democrático,a cargo de Rafael Correa hasta 2011.

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